AND YOURS

15.10.09

Corre

Le vino un impulso desde lo más hondo de las entrañas. Caminaba entre la multitud, absorta. Mente en blanco, uno de esos momentos en los que despiertas de la nada pensando qué pensabas y qué te hace seguir ahí...aquí. Ansiedad. Miró a su alrededor con la sensación de que nada era real, no podía serlo. Las miradas vacías, las sonrisas perdidas... no podía ser real una realidad tan palpablemente sosa, absurda, desgastada.


Se preguntó por qué no se caían todos los edificios encima de las cabezas obnubiladas de toda esa gente. Se respondió que porque nadie iba a correr si eso pasaba...Y de pronto, las ganas de huir. Atrapada entre todas aquellas almas que no cantaban; agobiada por no saber si cantaron alguna vez. Y la propia afonía de su espíritu, que la impedía dar la primera zancada, que la impedía salir de la misma red ciega en la que todos se encontraban atrapados, en esa calle tan ancha de esa ciudad tan estrecha.


"Corre", se dijo a sí misma. No deseaba estar ahí, no quería que todos esos ojos anodinos la vieran llorar. No quería ver que nadie iba a consolarla, que nadie iba a pensarla, que muchos de ellos ni la verían sufrir. Corre, joder!" Esa maldita apatía la estaba infectando, y lo sabía, y parecía no poder hacer nada. Esa maldita inercia de no hacer nada, de guardarse los sentimientos y las ganas para otro momento, esa odiosa manera de disimular... ¿hasta cuándo? ¿Cuánto más? ¿Por qué?


Llovía; pero era mentira. Eran sus lágrimas, que rasgaban sus mejillas y se anclaban al aire, para no dejarla avanzar. Hasta las lágrimas no querían actuar. Pero ya estaba bien, se había acabado la farsa. Con todo el dolor de su alma siguió corriendo, esquivando a todas esas ánimas inútiles que la miraban tan raro. Pero no le importó, porque sabía que miraban sin mirar, sin dar importancia...y con las mismas ganas de correr.


Cogió soltura, corría con todas sus fuerzas. Sus labios, cortados por tanto cuchillo de viento, esbozaron la sonrisa de los desvencijados. Y gritó hacia dentro, por la velocidad. Pero siguió corriendo. Hasta que las calles se acabaran. Hasta que el mundo se acabara. Hasta encontrarte.


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