AND YOURS

29.11.09

A veces diferente, como todo el mundo



Un cuento cualquiera (18/07/08)

Había una vez cualquiera un cuento cualquiera. Era un cuento que quería emocionar a muchos niños, cualesquiera que fuean, para que ellos, al crecer, se lo contaran a sus hijos, con nombres cualquiera, y ellos a los suyos, hasta convertirse en un cuento famoso y propio del folklore popular. Cualquiera que fuera la ciudad o el idioma utilizado, el cuento se contaría con toda plenitud y con toda su intención, cualquiera que fuera, claro.

Su protagonista, un niño, cualquier niño, vivía en una ciudad de tamaño cualquiera con habitantes de cualquier personalidad y temperatura cualquiera. Solía pasearse por cualquier lugar y hacer cosas, cualesquiera que fueran, siempre con el ánimo del resto de habitantes de la ciudad; esto es, con cualquier ánimo.

Pero el niño, tan harto de todos estos hábitos, cualesquiera que fueran, decidió algo muy peculiar, extravagante dirían algunos, temerario dirían otros, insolente dirían los demás. Decidió ser diferente, no ser un cualquiera, sino llamarse Cualquiera. El pobre niño Cualquiera (con mayúscula) no recibió mucho apoyo, por no decir que no recibió apoyo ninguno.

Acabaron por echarle de la ciudad. No oficialmente, por supuesto, sino, como ya se sabe con estas cosas en las que impera la ley del chismorreo pueblerino y la opinión del vulgo cualquiera, le hicieron poco a poco el vacío: le miraban mal, le enviaban anónimos (bueno, más que anónimos cartas firmadas con todas sus letras: "tu vecino, cualquiera que sea", "cualquier panadera", "frutero cualquiera"...), etc.

Así que el niño Cualquiera (con mayúscula) tuvo que irse. Pero irse tanto de esa ciudad como de todas las demás. Esto fue así porque las noticias volaron de ciudad en ciudad, los periódicos de esa ciudad, cualquiera que fuera, se mandaban por correo con destino "Ciudad cualquiera" y remitente "Cualquier ciudad". Y así repetidamente por el resto de ciudades cualesquiera.

Aunque en un principio el niño Cualquiera se sentía fatal por tan propia decisión, poco a poco en él floreció un sentimiento extraño a la vez que reconfortante y, sobre todo, único. No sabía definir qué era, pero sabía que no era "cualquier" sentimiento, que era suyo y nada más. Y por lo tanto único. Y por lo tanto suficiente para sobrevivir en cualquier rincón, dando la importancia a ese rincón para que dejara de ser cualquiera. Y entonces sonrió, con una sonrisa que cualquier persona podía ver, pero que sólo el niño Cualquiera entendía y amaba.

28.11.09

La vida de las heridas

Es asombroso ver cómo algo que en un principio te destroza, te sangra, te enmaraña los tejidos y hace reaccionar tu cuerpo de una manera tan explosiva e indeseable; poco a poco (y con el paso de infinitos días incómodos, que con esos mínimos roces con el mundo exterior, encaminados y decididos a dar justo donde más duele de ella, se hacen eternos), esa misma herida se va convirtiendo en algo ajeno, una costra que lo único que hace es afearte y deseas que se caiga, que deje de parasitarte.


Y en el momento en el que por fin ocurre puedes olvidarte de ella. Quizá porque te olvidas de ella, el momento ocurre.


Y como mucho, para siempre una cicatriz.

27.11.09

Butterflies come across the mirror


Me encanta este dibujo.
Son como las dos caras de la misma moneda
Pero es mentira...

¿Qué ve un espejo en su reflejo?

Es como una palabra con dos significados
Es imposible...

Una vez me preguntaron en un test de estos absurdos: "Contesta seriamente, ¿de cuántas personas que han pasado por tu vida te has enamorado DE VERDAD?" Mi respuesta fue: "De todas" Y es una falacia, pero es verdadera.

22.11.09

Skycity

Bailar con los brazos extendidos, buscándote. Esperando que el azar coincida con mis ganas de abrazarte. Que por casualidad nuestra espasmódica danza se pare con un beso, que se pare el mundo.

Me muero de frío al amanecer, cuando ya nada importa, ni lo que pasó ni lo que no. Hablo con la boca ideas que no me salen de la cabeza. Y el azar quiere que diga cantidad de inconcreteces que te hacen reir, y yo no sé por qué, pero sigo porque me gusta tu sonido. Éste tampoco sale de tu boca, sale de tus ojos.

Y cuando por un segundo consigo enfocarte, veo que existes de verdad, y que puedes mirarme porque sabes que existo.

Nos vamos. Volamos por encima de los borrachos tirados en esquinas y de las sombras que follan en callejones, sobre un mar de líquidos corporales y etílicos desparramados por el suelo, hasta encontrar nuestro propio sitio para fusionarnos con las sucias paredes de esta ciudad y fusionarnos nosotros mismos.

Y ni tú eres tú, ni yo soy yo, ni importa que lo seamos...

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Mientras la noche se hace día entre el nudo de nuestras piernas, volvemos a sacar un poquito de nosotros mismos. Abrimos el cajón, saltan cosas. Mientras tu espalda se llena de sudor las mariposas se mezclan con las moscas, lo verde con lo gris. Y se me sale por la boca.

La habitación huele a tabaco, a cetona, a latex, a sudor, a desodorante, a colonias mezcladas, a saliva, a semen...a sexo...

Y entonces, por fín, nos desfasamos con el tiempo. Porque las calles vuelven a nacer, la gente despierta cuando nosotros dormimos, la vida pasa cuando nosotros nos paramos, el ruido llega cuando guardamos silencio.

Tu habitación es un mundo aparte, en el que puedo estar tranquila, en el que nadie sabe si te beso, te chupo o te muerdo, ni qué momento ni en qué lugar, ni si en la piel o en el corazón. Si nos miramos o nos ignoramos.

Porque en el mundo real probablemente me odies o me olvides, pero entre estas cuatro paredes soy una diosa a la que sometes, un ángel al que apaleas o un vampiro al que ofrendas.

No se puede vivir mejor...

7.11.09

Somos...

Somos...Queremos ser...
Luchamos por seguir siendo, sintiendo, soñando...Deseando.

No es publicidad, ni poesía, ni filosofía, ni nada profundo...
sólo me hundo en mi estómago para sacar algo sincero
y verdadero,
y en forma de palabras expreso sin mucho esmero que solo espero no borrar de mi cabeza los significados de las cosas a las que tanto quiero.

3.11.09

fuck you

¡Joder! ¿Es que nunca voy a poder estar contenta? Estoy contenta más tiempo que cabreada, deprimida, pensativa (esto es casi mentira). El caso es que cuando estoy contenta y, al fin, soy consciente de ello... ¡plaf! Me encantan los oportunismos, la habilidad de ciertas personas de convertir mi mejor día en un mal recuerdo...

La culpa es mía, que me dejo influir. Pues ¡a la mierda! Si es que hasta las etiquetas de este blog no paran de culpabilizarme y señalar mis errores y mi pena, mi angustia, mi dolor...mira que me cuesta escribir sobre cosas bonitas, como las risas, el sol de invierno (que mágicamente aún calienta), la música que no paro de escuchar, los libros que me absorben, los sueños que, se cumplan o no, son fantásticos. Los árboles, los bichitos, los garabatos...

¡Coño! Que soy feliz, mi mente está volcánica, mi cuerpo es un cohete y ME GUSTA MI VIDA. Soy guap
a y molo mucho :)

Y si, me asqueo con el mundo como antaño. "No te ancles al pasado". Blablabla. "No se puede vivir si no es en pos de un pasado y en pro de un futuro". "No se puede olvidar el pasado; hay que aprender del pasado" Blabla igual que antes o peor. Tengo pasado ¿y qué? La he cagado mucho, muchas veces, en muchos sitios y con mucha gente.

El problema es que voy andando por mi vida mirando continuamente para atrás, quizá cubriendo mi espalda, y no veo los árboles que me voy comiendo por delante. Me hostio, y mientras me curo la herida miro aún el árbol donde me di, y así me hostio con el siguiente...


Hay muchos factores en esta historia: hay muchos árboles, ando muy rápido quizá... Pero por lo menos mi vida es un bosque y no un desierto de arena (¡pena!); pero por lo menos ando y no me quedo parada esperando que el árbol se me caiga encima o se lo trague la tierra y a mí con él.

Me cuesta estimar mis aspectos positivos. O no los aprecio. O los doy por hecho (esta observación es algo negativo en sí). Pero sé que soy valorada y que tengo muchas cosas buenas, algunas muy buenas. Y me gusta que la gente me quiera. De hecho es algo que necesito. "¡Hola! Estoy aquí, quiéreme."

Soy sensible y empática. Me río como nadie de la vida. Me río de mí misma. Me planteo la existencia, los actos y los pensamientos. Aprecio la importancia de las cosas. Tengo suerte y algo de habilidad para manejar las situaciones. Soy inteligente o al menos una especie de chica lista.

¿Acaso no merezco ser feliz? ¿Acaso no merezco sentirme bien? Quizá no, por el hecho de planteármelo, por ejemplo. Pero lo voy a seguir intentando, a pesar de los tropezones, los traspiés y las propias hostias que te da la vida.



Porque las mariposas vuelan feo, pero son preciosas.
Porque las mariposas vuelan mal, pero vuelan.