Inspirado en la novela "Once minutos" de Paulo Coelho
Tiendo a pensar en los actos de mi vida como algo que me pasa involuntariamente, y que en lo único que puedo actuar es en la manera de tomármelos. Me abstengo de opinar y trago toda el agua sucia que me venga, aunque sea un mar.
Lo hace mucha gente que como yo piensa que la esencia de la vida está en las heroicidades del día cotidiano, en el estoicismo terrenal que nos honrará cuando estemos muertos.
Pero, sinceramente, la esencia de la vida la veo en el sufrimiento. Todo el mundo sufre. Lo quiera o no, lo sepa o no. Y es la gente que sufre con convencimiento la heroica, o al menos la que lo intenta o la que cree serlo.
Sólo cuando sufrimos por amor es cuando se reconoce (y reconocemos) que estamos enamorados. Sólo lo hecho con sacrificio es el trabajo reconocido. Sólo cuando duele estamos realmente enfermos.
Cuando duele...Somos heroicos cuando actuamos a pesar del dolor. ¿A pesar del él o por él?
¿Y si todo fuera en esencia diferente, y es el dolor lo que nos hace actuar con mayor ímpetu y ganas? ¿Y si el dolor es la verdadera motivación de los actos heroicos?
¿Y si amamos por el dolor y no a pesar de él? El amor como el continuo vicio de los mortales, como la continua justificación por la que sufrir sin tener que dar explicaciones. Ese placer insano: por el amor. Por el placer. Por el dolor.
Lo hace mucha gente que como yo piensa que la esencia de la vida está en las heroicidades del día cotidiano, en el estoicismo terrenal que nos honrará cuando estemos muertos.
Pero, sinceramente, la esencia de la vida la veo en el sufrimiento. Todo el mundo sufre. Lo quiera o no, lo sepa o no. Y es la gente que sufre con convencimiento la heroica, o al menos la que lo intenta o la que cree serlo.
Sólo cuando sufrimos por amor es cuando se reconoce (y reconocemos) que estamos enamorados. Sólo lo hecho con sacrificio es el trabajo reconocido. Sólo cuando duele estamos realmente enfermos.
Cuando duele...Somos heroicos cuando actuamos a pesar del dolor. ¿A pesar del él o por él?
¿Y si todo fuera en esencia diferente, y es el dolor lo que nos hace actuar con mayor ímpetu y ganas? ¿Y si el dolor es la verdadera motivación de los actos heroicos?
¿Y si amamos por el dolor y no a pesar de él? El amor como el continuo vicio de los mortales, como la continua justificación por la que sufrir sin tener que dar explicaciones. Ese placer insano: por el amor. Por el placer. Por el dolor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario