Hacen falta palabras que no existen para expresar los sentimientos que inventamos, para las nuevas ideas que generamos y no tienen cabida en el vocabulario común y corriente con el que nos hacemos entender. El lenguaje es el cadáver de lo que pensaron otras personas, y nos lo comemos, o lo arrastramos como mártires durante toda nuestra vida.
¡Yo no siento tan escuetamente como lo que soy capaz de expresar con mis palabras! Joder!
El amor es mentira, pues la palabra que lo define está muerta, está fría; el dolor son las cosquillas que siente el alma al pronunciar su palabra, pero no expresa su realidad, no es suficiente...
Siempre he tenido la sensación de que lo que escribo ya está hecho; de que lo que hago sobre el papel es una burda copia de lo que se ha llegado a pensar, yo o cualquier persona. Pero la idea es más compleja. Puede que esto, tal como está escrito, no lo haya escrito nadie...el problema es que las palabras con las que está escrito sí lo están; es la combinación de palabras la que da forma a las ideas que tenemos a la cabeza.
Pero todas las combinaciones, variaciones y permutaciones, con variación o sin ella, ya existen, y es cuestión de probabilidad que se organicen así o de otra manera. Esto es lo que yo pienso, poetéticamente hablando. Es pues la formación de nuevos términos la que hará posible que pensemos cosas diferentes. Entonces, el vocabulario que tenemos servirá para explicar estas nuevas palabras, a manera de esbozo de lo que son en realidad.
¡Yo no siento tan escuetamente como lo que soy capaz de expresar con mis palabras! Joder!
El amor es mentira, pues la palabra que lo define está muerta, está fría; el dolor son las cosquillas que siente el alma al pronunciar su palabra, pero no expresa su realidad, no es suficiente...
Siempre he tenido la sensación de que lo que escribo ya está hecho; de que lo que hago sobre el papel es una burda copia de lo que se ha llegado a pensar, yo o cualquier persona. Pero la idea es más compleja. Puede que esto, tal como está escrito, no lo haya escrito nadie...el problema es que las palabras con las que está escrito sí lo están; es la combinación de palabras la que da forma a las ideas que tenemos a la cabeza.
Pero todas las combinaciones, variaciones y permutaciones, con variación o sin ella, ya existen, y es cuestión de probabilidad que se organicen así o de otra manera. Esto es lo que yo pienso, poetéticamente hablando. Es pues la formación de nuevos términos la que hará posible que pensemos cosas diferentes. Entonces, el vocabulario que tenemos servirá para explicar estas nuevas palabras, a manera de esbozo de lo que son en realidad.
La conclusión de todo esto es que no estudio cuando debería, y que me gusta desvirtuar mi propia realidad, ya de por si compleja.